Capítulo IX- Un gran alivio
- No señorita está equivocada, él no es mi novio- se
apresuró Serena a responder temiendo por la reacción de Darien- en
realidad mi novio es Darien.
- ¡Oh, disculpe, es que al verlos juntos es fácil confundirlos como pareja.- se excusó la chica.
- ¿Ah si? No lo había notado- la expresión de Darien cambió
completamente, hasta entonces la amistad entre su novia y Seiya no era
algo que le preocupara, pero en ese momento un sentimiento negativo lo
invadió, provocándole un ligero pinchazo en su corazón- ¡ouch!- musitó
Darien tocando con su mano derecha la parte izquierda del pecho.
- ¡Darien! ¿Estas bien?- Serena colocó sus manos sobre la de Darien.
- Sí, no es nada cariño- Darien no quiso decir nada y para
distraer a Serena acercó sus labios a los de ella dándole un largo beso,
Seiya prefirió apartarse e irse a caminar por el pasillo.
-¿ Podrías mostrarme los resultados de tus análisis?- dijo Serena con voz suplicante.
- Ven conmigo a mi consultorio.
Ambos se encaminaron hacia la puerta que estaba del lado izquierdo de la recepción.
- Wow Darien tu consultorio esta muy limpio y ordenado.- dijo Serena mientras recorría con la mirada toda la habitación.
- No me imagino de otra forma el lugar de trabajo de un médico, pero dejemos eso aún lado y mejor lee tu misma esto.
Serena tomó la carpeta beige que le dio su novio y se
sentó en la cómoda silla que estaba frente al escritorio, después de
unos minutos cerró la carpeta, se puso de pie y abrazó a Darien.
- Te lo dije no había nada malo en mí, como tu misma leíste
mis dolores de cabeza son resultado de mi estrés ocasionado por tanta
presión laboral y mi titulación, pero el Dr. Kumuno y yo deducimos que
con unos medicamentos para reducir el estrés bastará...
- Y que te dejes consentir por tu linda y encantadora novia. - dijo Serena interrumpiendo a Darien.
- Si también eso, aunque lo que te quería pedir es que me
des un mes para terminar de titularme y después tendré sólo mis
pacientes y tú, que dices cariño.
- Por mi está bien- dijo Serena vacilante, Darien notó su disolución así que añadió:
- Te llamaré todas las noches lo prometo- tomó a Serena por
los hombros y después le dio un fuerte abrazo, Serena asintió con la
cabeza recargada en el pecho de Darien.
- Te llevo a tu casa.
- ¿De verdad? ¿Ya terminó tu turno?.
- Si, vamos.
Salieron a la recepción, donde Darien le dio indicaciones a
la secretaria, después siguieron hacia el ascensor y cuando se
disponían a utilizarlo éste abrió sus puertas delante se ellos, y ahí
estaba otra vez esa chica tan pulcra y linda que era amiga de Darien
desde la infancia.
- Hola Sahori, que sorpresa.
- ¿De verdad te sorprendente verme Darien? ¿Olvidaste que vendría a terminar a realizar la parte práctica del curso?
- ¡Oh! Es verdad Sahori, sólo que nosotros ya nos...- Darien no pudo terminar la frase porque Serena lo interrumpió.
- No está bien, yo puedo ir a casa sola, sólo te pido que tomes todo con calma.
- ¿De verdad cariño?- preguntó muy sorprendido Darien, al ver que su novia no reaccionaba con un ataque de celos.
- Si, me marcas en la noche, acordamos algo y yo voy a dar mi mejor esfuero para que todo funcione y sobre todo porque no vas a tener estrés de mi parte, sólo amor y comprensión.- Serena abrazó fuerte a su novio y se dio la media vuelta para entrar al elevador.
- Pero no pedimos taxi, como te vas a ir...- Darien no terminó su oración, la puerta del ascensor se cerró, sacó rápidamente su teléfono movil para marcar a su novia pero Sahori lo interrumpió.
- Yo creo que va a estar bien, ven- tomó a Darien de la mano y lo condujo hacia el gran ventanal, por el cual se podía mirar la entrada del hospital; recargado en un auto azul estaba Seiya esperando a Serena, al verla salir del edificio corrió a ayudarla con su bolsa, le dijo algo y después los dos abordaron el vehículo.
Continuará...